Diez años en el sendero del bienestar.

Mi camino empezó en el mundo del fitness, donde descubrí el poder del cuerpo en movimiento. Pero fue el yoga el que transformó por completo mi manera de vivir y entender la práctica. Comprendí que el cuerpo no solo se fortalece a través del esfuerzo, sino también a través de la conciencia. La respiración guiaba mis movimientos y, poco a poco, empecé a habitarme desde otro lugar.

Con el yoga aprendí a ir más lento, a moverme desde dentro, a respetar mi cuerpo tal como es, y a abrazarlo en cada práctica. Junto con el pilates, descubrí el poder del movimiento orgánico y consciente: aquel que no busca forzar, sino fluir. Que nace desde la escucha y el respeto profundo al cuerpo, y que nos lleva a reconectar con lo esencial.

Tanto el yoga como el pilates me enseñaron que hay músculos que no sabíamos que estaban ahí, articulaciones que pueden mantenerse sanas si las cuidamos, y una capacidad pulmonar que va mucho más allá de lo que solemos usar. Y sobre todo, me enseñaron a estar presente.

Además de ser profesora, soy viajera, amante del mar, de las montañas y de los caminos que conectan lo físico con lo espiritual. Practico esquí, escalada y freediving, pero es el océano el lugar donde encuentro mi paz más profunda. No sé qué tiene, pero me impulsa.

Creo firmemente en el poder de compartir. En mis viajes descubrí que lo más bonito no es solo el destino, sino las personas con las que lo recorres. Por eso nació este proyecto, un espacio para vivir la práctica en comunidad. Para crecer juntos, acompañarnos, y disfrutar el camino.

Te invito a moverte conmigo, a respirar, y a descubrir que hay muchas maneras de habitar tu cuerpo.

Nos vemos en la esterilla… o junto al mar.

SOBRE Mi

“Sangha” es una palabra de origen sánscrito que significa comunidad o tribu espiritual. En la tradición del yoga, se refiere a un grupo de personas que se reúne para practicar, aprender y crecer juntas, en un entorno de amistad, comprensión y respeto mutuo.

Creo profundamente en el poder de la práctica compartida. Ya sea en el silencio de una postura, en la conexión con la respiración o en el fluir del movimiento consciente, somos más fuertes y más libres cuando caminamos en compañía.

Este proyecto es un espacio seguro y de apoyo, donde cada persona puede profundizar en su práctica física y espiritual, y así avanzar hacia su bienestar personal. Esta comunidad nace de la convicción de que la transformación interior se vuelve más significativa cuando se vive en conexión con otros.

Quiero darte la bienvenida a este este espacio de encuentro, presencia y movimiento.

¿Porqué SANGHA?